Una colección de testimonios personales de alguien que reflexiona sobre las experiencias ordinarias de la vida, las medita y pone la fe en ellas, son los momentos ordinarios que se convierten en un encuentro vivo en la fe y en el encuentro con Jesús.  

Enfrentamos muchas dificultades y dolores en la vida y, a veces, tenemos la tentación de rendirnos.  Algunos incluso culpan a Dios por permitir que ocurran tragedias.  Otros dejan de ir a la iglesia a orar.  Y otros simplemente pierden la esperanza debido a las incertidumbres de la vida.  Estas cosas claramente suceden por falta o debilidad en la fe.  

San Pablo anima acertadamente a los creyentes a ponerse la fe y el amor como coraza, la esperanza de salvación como yelmo, la Palabra de Dios como espada del Espíritu (cf. 1 Tes. 5, 8; Efesios 6, 17).  

Este es el mismo desafío que el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, llama a todos:   "Todos los fieles, llamados a renovar el don de la fe, deben tratar de comunicar sus propias experiencias de fe y caridad con sus hermanos y hermanas"   (Porta Fidei, Recomendaciones Pastorales) .